DESARROLLO DEL TALENTO HUMANO


PRIMER HÁBITO: SEA PROACTIVO

El primer hábito del que se hablará es el de ser proactivo, la autoconciencia se denomina como aquella actitud para pensar en los propios procesos de pensamiento. 
Ésta es la razón de que el hombre posea el dominio de todas las cosas del mundo y de que pueda realizar progresos significativos de generación en generación.  A través de ello podemos evaluar y aprender de las experiencias de los otros, tanto como de las nuestras. Por eso podemos crear y destruir nuestros hábitos. La autoconciencia permite examinar el mundo y la manera en que nos vemos a nosotros mismos, además de que afecta de manera considerable nuestra efectividad, es difícil demostrar nuestro amplio potencial personal mientras no tengamos en cuenta cómo nos vemos a nosotros mismos.

Se considera como espejo especial al actual paradigma social y de las opiniones, percepciones y paradigmas de las personas que nos rodean y que además como se menciona en el libro, tomarlas demasiado en cuenta deformará nuestra propia percepción como en los espejos deformantes de los parques de atracciones: proyectan las preocupaciones y las debilidades de carácter de las personas en las que se originan,
y no nos proporcionan un reflejo correcto de lo que somos.
Existen tres mapas sociales que de manera individual o en combinación tienen como objetivo explicar la naturaleza del hombre. El primero es e determinismo genético que dice que la culpa es de los abuelos explican que su carácter está en su ADN que pasa de generación en generación y es hereditario.
El determinismo psíquico culpa a los padres, la educación y experiencias infantiles, tendencias personales y la estructura del carácter. A la educación de los padres se debe que no nos guste estar rodeado de personas, si nos sentimos extremadamente culpables por cometer un error recordamos cada una de nuestras vivencias al lado de nuestros padres.
El determinismo ambiental culpa al jefe o el patrón es decir alguien o algo de su ambiente es responsable de su situación.
Cada una de estas teorías se basan en la teoría principal de estímulo/respuesta que se explica mediante la historia de Victor Frankl quien fue educado bajo la tradicón de la psicología según la cual lo que nos sucede de niños da forma a nuestro carácter y personalidad, y gobierna básicamente la totalidad de nuestra vida.
Cuenta su historia viviendo como un Nazi condenado a la tortura, viendo morir a sus padres e incluso a su familia completa, fue torturado y obligado a limpiar las cenizas de las personas que morían en la cámara de gas, pero cuenta que el se imaginaba estar en otro lugar, imaginaba su libertad, algo que no podían quitarle. Frankl usó el privilegio humano de la autoconciencia para descubrir un principio fundamental de la naturaleza del hombre: entre el estímulo y la respuesta, el ser humano tiene la libertad interior de elegir si lo que le estaba pasando le afectaría mental o psicológicamente.
Como seres humanos tenemos recursos como la libertad de elegir, la autoconciencia, imaginación que es la capacidad para ejercer la creación en nuestras mentes, yendo más allá de la realidad presente, conciencia moral una profunda percepción interior de lo que es correcto o incorrecto, de los principios que gobiernan nuestra conducta, y de la medida en que nuestros pensamientos y acciones están en armonía con dichos principios. Y finalmente tenemos voluntad independiente que es la capacidad para actuar sobre la base de nuestra autoconciencia, libres de cualquier otra influencia.
Posterior a esta historia al describir los principios básicos de la naturaleza del hombre Victor Frankl comenzó a desarrollar el primero y fundamental hábito de las personas que, en cualquier medio, son altamente efectivas: el hábito de la proactividad que significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas, y que nuestra conducta se basa en nuestras decisiones ya que nosotros mismos tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan. Es importante definir la palabra responsabilidad como una habilidad para elegir una respuesta ya que las personas proactivas reconocer el valor de esta palabra, están conscientes que su conducta es el resultado de su propia acción consciente basada en valores y no es producto de las condiciones ni de los sentimientos. Sin embargo si tomamos la decisión de otorgar a los factores externos el poder de controlarnos nos estamos volviendo reactivos que se ven afectadas por su ambiente físico, por el estado clímatico del día, e incluso por el clima social cuando se las trata bien, se sienten bien; cuando no las tratan bien, se vuelven defensivas o auto-protectoras  y construyen sus vidas emocionales en torno a la conducta de los otros, permitiendo que los defectos de las otras personas las controlen, se ven impulsadas por sentimientos, por las circunstancias, por las condiciones, o por el ambiente, a diferencia de las personas proactivas que se mueven por valores: valores cuidadosamente meditados, seleccionados e internalizados.
Considero importante mencionar que lo que nos hiere o daña no es lo que nos sucede, sino nuestra res puesta a lo que nos sucede, aunque nos duela física o económicamente y producirnos dolor por ello. Ahí es donde se moldea nuestro carácter y desarrollamos nuestras fuerzas internas, que nos permiten abordar circunstancias difíciles e inspirar a otros la misma conducta, tal como lo hizo Víctor Frankl.
Y es muy certero que nada deja una impresión mayor, más duradera, en otra persona, que la conciencia de que alguien ha trascendido el sufrimiento, que ha trascendido la circunstancia y está encarnando y expresando un valor que inspira, ennoblece y eleva la vida. Las circunstancias difíciles suelen dar origen a cambios de paradigma, a marcos de referencia totalmente nuevos, a través de los cuales la gente ve el mundo, se ve a sí misma, y ve a los otros y a lo que la vida le pide.
Su perspectiva más amplia refleja los valores actitudinales que nos elevan e inspiran a todos nosotros.
Como ya se mencionó, nuestra naturaleza nos permite actuar y no dejar que otros actúen por nosotros, iniciando un concepto nuevo que es tomar la iniciativa no es ser insistente, molesto o agresivo, sino reconocer la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan. En el área empresarial existe algo llamado venta de la solución que es una exposición efectiva para demostrar de qué modo sus capacidades pueden ayudar a resolver las dificultades de la organización, que se considera como un ejemplo de responsabilizarnos por las cosas que están sucediendo y llevar a cabo acciones para resolver la situación y tomar el control de dicha situación.
La diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no representa una considerable diferencia además de equilibrio entre tomar la iniciativa y ser efectivos, el libro menciona que en esta primera parte estamos analizando el primer hábito y al revisar los otros seis veremos que el desarrollo de cada uno depende de nuestros músculos proactivos; es decir partiendo desde el hábito que estamos revisando en este momento y aceptar la responsabilidad de actuar y no esperar que los demás actúen por nosotros. Ante cualquier momento difícil es fundamental afrontar la realidad de nuestras circunstancias. No solo las personas pueden volverse proactivas, también las empresas, las organizaciones y los grupos comunitarios de esta manera la organización no tiene por qué estar a merced del ambiente; puede tomar la iniciativa para llevar a la práctica los valores compartidos, y alcanzar los propósitos compartidos de todos los individuos implicados.
Nuestro lenguaje es un indicador del grado en el que nos vemos como personas proactivas subordinando los sentimientos a los valores, haciendo incapié en el verbo amar como algo que nace como los sacrificios que se hacen, la entrega de uno mismo, caso contrario de las personas reactivas movidas por los sentimientos , en donde el lenguaje absuelve totalmente su responsabilidad convirtiéndolo en una profecía de autocumplimiento debido a que la gente se siente cada vez más incompetente y privada de su autocontrol culpando a las fuerzas externas o a otras personas incluso a las circunstancias de su propia situación.
Otro modo excelente de tomar más conciencia de nuestro propio grado de proactividad consiste en
examinar en qué invertimos nuestro tiempo y nuestra energía. Tomando en cuenta una herramienta denominada Círculo de preocupación / círculo de influencia que representa todas aquellas cosas sobre las que no tenemos margen de acción. Lo que está fuera de nuestra capacidad de gestión. Es todo aquello sobre lo que podemos pensar durante días y días, pero que no seremos capaces de cambiar.
Lo cierto es que tenemos mucha tendencia a estar en este círculo. En darle vueltas a las cosas, en pensar una y otra vez sobre acontecimientos, personas o circunstancias que están fuera de nuestro control. Estar con el foco del pensamiento aquí, nos produce malestar y agobio.
Las personas proactivas centran sus esfuerzos en el círculo de influencia. Se dedican a las cosas con
respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva: se amplía y aumenta, lo cual conduce a la ampliación del círculo de influencia.
Por otra parte, las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación. Su foco se sitúa en los defectos de otras personas, en los problemas del medio y en circunstancias sobre las que no tienen ningún control. De ello resultan sentimientos de culpa y acusaciones, un lenguaje reactivo y sentimientos intensificados de aguda impotencia. La energía negativa generada por ese foco, combinada con la desatención de las áreas en las que se puede hacer algo, determina que su círculo de influencia se encoja.
Los problemas que afrontamos caen en una de tres áreas posibles: la de control directo que involucra nuestra propia conducta; se resuelven trabajando sobre nuestros hábitos y están obviamente dentro de nuestro círculo de influencia, la de control indirecto que involucra la conducta de otras personas se resuelven cambiando nuestros métodos de influencia, o la de inexistencia de control problemas acerca de los cuales no podemos hacer nada, como los de nuestras realidades situacionales o pasadas, suponen asumir la responsabilidad de modificar nuestras actitudes: sonreír, aceptar auténtica y pacíficamente esos problemas y aprender a vivir con ellos, aunque no nos gusten. De este modo no les otorgamos el poder de controlarnos.
Un modo de determinar cuál es nuestro círculo de preocupación consiste en distinguir los tener y los Ser puedo ser más paciente, ser sensato, ser cariñoso. El foco está en el carácter, El círculo de preocupación está lleno de tener Antes de cambiar totalmente el rumbo de nuestra vida, llevándolo al círculo de influencia, tenemos que considerar dos cosas de nuestro círculo de preocupación que merecen una consideración más profunda: las consecuencias y los errores.
En el corazón mismo del círculo de influencia se encuentra nuestra aptitud para comprometernos y prometer, y para mantener compromisos y promesas. Los compromisos con nosotros mismos y con los demás y la integridad con que los mantenemos son la esencia de nuestra proactividad, el poder de comprometernos con nosotros mismos y de mantener esos compromisos es la esencia del desarrollo de los hábitos básicos de la efectividad.
Para finalizar intentaré realizar el test de los treinta días, estableciéndome compromisos y mantenerlos, seré parte de la solución a los problemas que día con día tengo, Cuando cometa un error, admítalo, corríjalo y aprenda de él: inmediatamente. No culpe ni acuse. Trabaje sobre las cosas que controla. Trabaje sobre usted. Sobre el ser.
Vea las debilidades de los otros con compasión, no acusadora-mente. La cuestión no reside en lo que ellos hacen o deberían hacer, sino en su propia respuesta a la situación y en lo que debe hacer usted. Si empieza a pensar que el problema está «allí afuera», deténgase. Ese pensamiento es el problema.
Bibliografía
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva 
Stephen R. Covey 
P.P. 39-57


DOCENTE: MA. LOURDES MARTÍNEZ CERDA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ CAMPUS SALINAS

Comentarios

  1. Es un tema muy interesante ya que son las bases para ser una persona exitosa en todo lo que haces y te dedicas pilares fundamentales en la vida del ser humano exitoso y competitivo profesionalmente.

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  2. La información es muy importante ya que nos brinda la información a seguir para poner en práctica para ser mejor nuestras expectativas y ser humanos exitosos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. El libro "Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva" invita a la gente a indagar y tratar de cambiar el estilo de vida de las personas.
    Hablando especificamente del Primer Habito "Ser Proactivo", transmite el mensaje de que nosotros como personas tenemos la libertad de tomar la iniciativa y no esperar a que las cosas sucedan sino mas bien, hacer que las cosas sucedan.

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  5. Hola Cinthia, el tema es importante, ya que como sabemos el libro de los 7 hábitos de las personas altamente efectiva, nos ayuda a cambiar nuestra forma de pensar y actuar logrando convertir a las personas mas eficientes.

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  6. Hola, el tema de los 7 habitos me parece muy interesante ya que nos ayuda a entender un poco mas sobre las cosas, a cambiar nuestra forma de ver las cosas.

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